noviembre 10, 2007

Derecha de la Y Griega 1932


Panorámica de la Y Griega al anochecer.


En 1932, Teógenes, en compañía de Tresaco y de Winthuysen, se "embarcan" al intentar subir por la Schulze careciendo de croquis y así abren esta variante derecha de la Y Griega.

Véase croquis en la página de El Quijote, vía abierta en 2005 que utiliza esta entrada para remontar la Y Griega.

"Con la NE del Naranjo de Bulnes y el descenso por su cara Sur (Teógenes-Winthuysen-Tresaco), rematábamos aquella campaña del año 1932, tan extraordinaria, con una escalada seria y verdaderamente de excepción para los tiempos que corrían. Al no tener ni la más mínima información sobre el particular, erróneamente, ascendíamos directamente desde la terraza de piedras sueltas por las llambrías a la derecha de la gran "Y" en busca de la Vía Schulze, pero alcanzando la parte alta de su brazo derecho y la Gran Cornisa que sabíamos eran parte de dicha vía, nunca mejor la expresión de "buscar un camino": Habíamos abierto una variante de entrada a la Vía Schulze. Y eso seguimos haciendo con seguridad y verdadero acierto, pues, en las grietas finales, decidiéndonos por la de la izquierda, sin saberlo, entrábamos en la ruta de Pidal y el "Cainejo"... ¿Qué mejor acierto en el hacer?

"Ese fue el fruto de aquella lección magistral en nuestra andadura por el corazón del Macizo Central de los Picos de Europa en los días precedentes, y lo que permitió que diéramos un salto verdaderamente importante en nuestra formación en escalada, cuantitativa y cualitativamente hablando".
(Irónicas palabras de Tresaco)



Tresaco, Teógenes, Folliot en el Couloir de Gaube en 1935

Es el último de la generación madrileña que comenzó a escalar y uno de los mejores. Su genio de escalador sólo brilló hasta antes de la guerra, fundamentalmente con un compañero inseparable: Teógenes Díaz.
En los primeros 30, ellos estaban a la cabeza de un pequeñísimo grupo de escaladores que comenzaron a explorar verticalmente La Pedriza y a relatar sus descubrimientos en la Revista Ilustrada de Alpinismo Peñalara, que editaba la sociedad del mismo nombre a la que pertenecían.
Pero sus actividades no eran sólo pedriceras. Un ejemplo: en 1931, Teógenes Díaz y Ángel Tresaco parten del refugio de Bulnes a las seis de la mañana sólo con la "cuerda alpina y la cámara de fotos", escalan la cara sur del Naranjo, regresan a Bulnes ya de noche, cargan con las mochilas y continúan y descienden hasta Puente Poncebos "donde cenamos y descansamos después de una dura jornada". ¿Sólo dura? Hoy, 65 años después, el 90 por ciento de los que escalan el Urriellu quedarían para la UVI después de algo similar.
Ref: Desnivel

(Véase entrada Teógenes en este blog).

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